lunes, 9 de abril de 2012

No más.


Al descubrir que ese nudo de la garganta desaparecía,
que mi alma quedaba mucho más tranquila.
Pensar que lo tuve escondido por tantos años de mi vida,
volver a hacerlo y sentirlo me ayudaba a reír cada nuevo día.

Terapia que valoré demasiado,
que me ayudaba a dar segura cada nuevo paso,
tranquila,
quedaba completamente tranquila.

Hoy me avergüenzo,
me doy lástima,
se ríen de mi,
se cansan de mí.

Quién no lo merece,
no lo volverá a tener.

En agonía este descubrimiento que me ayudó,
quitar cada capa de amargura, tristeza e impotencia.
En agonía la etapa de transición,
desde tu punto de vista, desde el mio no.

No me olvido, no me reprimo,
pero tampoco me expongo.
Cada día es por mi y por lo que no supiste valorar,
eso que tanto te falta, eso que tanto te incomoda, eso a que tanto le temes, eso que tanto me criticas, eso que tanto reprimes, eso que tanto te falta,
la honestidad.

2 comentarios:

Gasper dijo...

Hola, soy una "aparecida" pero también ociosa que dio con tu blog.
Y aunque no tenga nada que ver con tu entrada (que por cierto me llega) saludos y que sea un gran semana

Tu manera de escribir me atrapa (:

Travis Touchdown dijo...

cuándo escribirás de nuevo?